20.04.20 CÁMARA DE DIPUTADOS: LA ECONOMÍA EN TIEMPOS DEL COVID-19

El día de hoy, se llevó a cabo el Conversatorio: La economía en tiempos del Covid-19, organizado por la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, en el cual se discutieron los siguientes asuntos de su particular interés.

Para iniciar, la Dip. Laura Rojas Hernández (PAN), presidenta de la Cámara de Diputados, explicó que ha habido circunstancias que cambian la vida, lo que en unidad se puede superar, en este caso el conflicto del COVID-19, que ha supuesto una crisis mundial que apenas hace unos meses se desconocía.

Derivado de dicha pandemia, precisó que al día de hoy hay alrededor de 160 mil fallecidos en todo el mundo, cuyos efectos más lamentables son a la salud de la población, además de impactar la economía, con un daño colateral que enfrentaran todas las naciones.

Además, hizo referencia a las grandes pérdidas de empleos que tendrán impacto a la desigualdad de manera importante.

Puntualizó que no hay un precedente que indique los pasos que se deban seguir ante esta situación. Siendo los gobiernos quienes tienen la mayor capacidad de respuesta y, expresó que al pasar la pandemia la economía se debe reactivar, para ello es necesario saber qué políticas y medidas deberán implementarse.

En su intervención, Pablo Sanguinetti, vicepresidente de Conocimiento del Banco de Desarrollo de América Latina (CAF),  hizo énfasis a la gran incertidumbre en los pronósticos respecto la pandemia del Covid-19, que ha provocado la caída del PIB a nivel mundia, ya que a su vez ha generado pánico financiero por el colapso de las bolsas. Subrayó que el día de ayer el petróleo oscilaba entre 13 y 15 dólares por barril.

Se refirió al efecto del shock externo y el doméstico por el Covid-19 en América Latina. En cuanto a la caída del PIB, reiteró que éste podría ser de alrededor del 3.6 por ciento. Agregó que en la etapa de confinamiento se debe mantener a las empresas en modo de hibernación  para subsistir y manifestó que deben de mantenerse tal cual estaban antes del coronavirus. Para lo cual, se necesitan subsidios, préstamos y garantías para ellas, así como mantener los ingresos mínimos de las familias.

Destacó que si las medidas de cuarentena persisten por más tiempo y la contracción económica se profundiza, lo que se podría tener es que las empresas no solamente tengan un problema de liquidez, sino que el sistema financiero pueda tener uno de solvencia.

Señaló crucial que los países estén preparados para generar políticas y fortalecer la solvencia del sistema; dar certidumbre para los nuevos préstamos y que la liquidez se transforme en mayor acceso al crédito, así como generar empleos formales y proteger los ya existentes, a través de los seguros.

Tomas Bermúdez, representante en México del Banco Interamericano de Desarrollo, expresó que si bien el confinamiento ha sido necesario por el virus del Covid-19, dado el número dramático de muertos,  las consecuencias por aislamiento recaerán en la economía,  por lo que se tendrá que pensar en oportunidades.

En tanto, mencionó  que al terminar ésta, la transición hacia una mayor movilidad dependerá de  indicadores como la capacidad de los países para detectar casos, y la capacidad para el confinamiento del mayor número de infectados.

Por otro lado, agregó que es fundamental evitar la quiebra de las empresas y proteger el empleo, además de proteger el sistema financiero porque puede haber una crisis.

Dijo que no se había tenido una situación similar desde hace tiempo y se habla de que este confinamiento generará altísimos costos a la economía, por lo que recordó que es necesario proteger a la población más vulnerable, actuar con rapidez y reducir a toda costa el quiebre de empresas.

Por su lado, Pablo Saavedra, Banco Mundial, detalló que la crisis del Covid-19 es una pandemia en salud pero también una crisis económica y social muy seria. Apuntó que de no implementarse las medidas adecuadas se puede contribuir a que el choque sea más permanente y la recuperación sea más lenta, por ello, resaltó que el sector formal debe obtener mayor liquidez y proteger el empleo, así como otorgar créditos a las Pymes, pues éstas representan el 70 por ciento del empleo formal, además de generar programas de crédito y de garantía para hacer algo más amplio en los sectores más afectados.

Subrayó que la inversión está paralizada y se mantendrá paralizada por todo el año, además habrá un decrecimiento en la economía significativo respecto al año pasado, por haber incertidumbre de magnitud grande sobre cuánto tardará la crisis, lo que tomará tiempo.

Explicó que en el Banco se sacó el pronóstico para México que es de -6% del PIB, dado que la situación está evolucionando muy rápido y lamentablemente no está incursionando para mejora.

Sobre el empleo, mencionó que es crítico pues no se trata solo proteger al trabajador, puesto que los estudios del Banco Mundial demuestran que cuando un trabajador sale de un trabajo formal, vuelve a laboral a un trabajo informal o con menor sueldo  y productividad. Ejemplificó que hay países que están implementando medidas para ligar el tema del empleo con el tema de proteger a las empresas, en particular a Pymes mediante incentivos para que éstas protejan al empleo. Se está permitiendo que temporalmente se reduzca el número de obras de trabajadores o reducir temporalmente el sueldo con tal de no despedir al trabajador.

Mientras tanto, para el sector informal que representa el 56 por ciento del empleo, lo más práctico sería apoyarlas a través de programas sociales y microcréditos, con ello el país podría estar preparado.

Puntualizó que México tiene un espacio fiscal que permitiría hacer una reforma impositiva para 2022 para pagar la deuda que se genere en este momento que estamos viviendo, y que también no genere menoscabo a los más pobres.

En su turno, Hugo Eduardo Beteta Méndez Ruiz, director de la Sede Subregional de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) en México, refirió que la pandemia dejará la mayor recesión del siglo, más que la de la gran depresión de los años 30 y de la primera y segunda guerra mundial; habrá incremento de pobreza y desigualdad, por lo que las medidas de gasto extraordinario exigirán un esfuerzo solidario de toda la nación; es decir, se requerirá de acuerdos políticos para regresar a la estabilidad económica.

Consideró que es importante repensar en un nuevo modelo de desarrollo centrado en un Estado ágil, que tenga la igualdad en el centro, evite la precarización laboral, tenga estructura que genere empleo de calidad y asuma, desde lo productivo, la agenda 2030.

En materia de política económica, puntualizó es importante fortalecer las capacidades del Estado, reestructurar y reorganizar los presupuestos vigentes, fortalecer al sistema de salud, impulsar la política industrial, cerrar las brechas de disparidad territorial, tecnológica y reducir la evasión.

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