ESLABÓN QUE UNE LA CAJA LIBERTAD CON LOS ZETAS

Medio: Revista proceso

Periodista:  Redacción

El eslabón que une la Caja Libertad con los Zetas
Para evadir a la justicia mexicana, el empresario Javier Rodríguez, se instaló en España Borgio, pieza clave de la operación en España donde recurrió donde recurrió a los servicios del mexicano Fernando García Alonso , quien presumía de contactos en la policía de ese país, para que le informarán si aquí estaba vigente una ficha

En sus comunicaciones telefónicas y por mensajería, Rodríguez Borgio alardeaba ante García Alonso del enorme poder que tenía su abogado mexicano -quien también buscaba información de la ficha roja-, al que se refería familiarmente como “Juanito” o como Juan Collado, que es muy “importante aquí y allá (México)”, porque también es el abogado “del Águila”, en alusión al entonces presidente Enrique Peña Nieto, por el águila de la bandera mexicana en la banda presidencial.

Lo que desconocía era que la policía española tenía intervenidas las comunicaciones de García Alonso, porque lo consideraba el hombre de confianza de Juan Manuel El Mono Muñoz Luévano, el prominente enlace de Los Zetas en Europa que fue seguido meticulosamente desde 2013 hasta su captura en Madrid en marzo de 2016.

Las comunicaciones entre García Alonso y Rodríguez Borgio, intervenidas por orden judicial, están en un informe de la Brigada de Investigación de Blanqueo de Capitales y Anticorrupción de la Unidad Central de Delincuencia Económica y Fiscal de la Policía Nacional sobre la red del Mono Muñoz y sus operaciones de narcotráfico, fechado en julio de 2014, al que este semanario tuvo acceso.

Los nombres de Rodríguez Borgio y de su abogado volvieron a cruzarse, cuando el 9 de julio de 2019 la Fiscalía General de la República (FGR) detuvo a Juan Ramón Collado al salir de un restaurante en la Ciudad de México, y lo vinculó a proceso por los delitos de delincuencia organizada, transferencias con recursos de procedencia ilícita y fraude a través de Libertad Servicios Financieros.

El denunciante por el caso de Caja Libertad, Sergio Hugo Bustamante, declaró ante la FGR que Rodríguez Borgio acordó con José Antonio Rico, entonces presidente de la financiera, comprar ésta por completo en 850 millones de pesos. Aunque pagó la mitad, esa transacción no prosperó por el congelamiento de sus cuentas a causa del desfalco a Citibanamex (Proceso 2228).

Sin embargo, maniobró para que al frente de la financiera quedara su socio Martín Díaz Álvarez y, aunque Rodríguez Borgio desapareció “en el papel”, siguió operando, según el denunciante, blanqueando dinero.

Nota completa en:

https://www.proceso.com.mx/644143/el-eslabon-que-une-la-caja-libertad-con-los-zetas

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