LA ENEMIGA LLAMADA POBREZA (PARTE II)

Periodista: Filiberto Ramos

Medio: Portal El Sol de Toluca

Los cinco hijos de Cristina Rosales sacrificaron el poco futuro que su familia buscaba garantizarles.

Abandonaron sus estudios para trabajar y aliviar la enfermedad que aquejaba a su madre.

En el barrio de San Salvador, en San Cristóbal Huichochitlán, no hay otra opción ante tal panorama. La pobreza es su enemiga.

“Todos mis hijos dejaron la escuela, me puse mala y no hubo de otra”, lamenta la mujer de 45 años, su enfermedad la obligó a sacrificar los estudios de sus hijos.

Dos de los hijos de Cristina terminaron la secundaria y el resto sólo la primaria, arrastrados por la miseria y los gastos diarios se resignaron sólo a aprender a leer, escribir y hacer cuentas básicas.

“Cuando me enfermé los mandé un tiempo a la escuela, pero en los gastos para ir al médico se iba todo y no tenía para darles”, recuerda.

¿Cuánto les daba?, se le pregunta.

“Un peso, y un taco de frijoles, con eso aguantaban todo el día, sus uniformes estaban viejos, no había para compararles”, recuerda Cristina.

El presupuesto diario para Cristina y sus cinco hijos hasta hace tres años en que los enviaba a la escuela, era de 100 pesos diarios, que se dividía en una comida diaria para todos y una pequeña merienda para apaciguar al hambre.

Su futuro era previsible, como resulta en el grueso de las familias de la zona norte de Toluca que sobreviven con el salario mínimo.

“Me daban la ayuda de Prospera, pero me lo quitaron cuando me enfermé, era lo único que me ayudaba para mandarlos a la escuela”, menciona al referirse al programa social del gobierno federal.

Las casas de empeño tradicionales, donde se realizan refrendos semanales, son una opción para el sector de estudiantes que buscan salir de apuros económicos. Aunque los sitios más solicitados están en internet.

Los jóvenes también utilizan las páginas donde se hacen todo tipo de ventas, lo cual les permite adquirir a bajos precios zapatos, ropa, aparatos electrónicos e incluso instrumentos musicales.

De acuerdo con Elia Chaparro Martínez, licenciada en Ciencias Políticas y Administración Pública, los universitarios jóvenes están en una etapa de desilusión al encontrarse en un panorama laboral poco redituable.

“Ahora los jóvenes reflexionan: qué caso tiene que yo estudie, me prepare y termine una carrera si al final no voy a tener el empleo que quiero”, explicó la especialista en administración.

Según su opinión, los salarios son pobres para el sector de jóvenes, lo cual encamina a las fuentes informales. Es preocupante porque el Estado es incapaz de generar empleos.

Consultar nota en:

https://www.elsoldetoluca.com.mx/local/la-enemiga-llamada-pobreza-parte-ii-1646342.html

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