Periodista: Claudia Castro
Medio: Excélsior
Las compras navideñas que se hicieron con tarjeta de crédito y cuyo primer pago se deberá de efectuar en marzo provocará que la verdadera cuesta de enero se recorra para este mes, aseguró Javier de la Calle, director general del Nacional Monte de Piedad.
En entrevista, el directivo precisó que en los últimos años se han observado cambios en las tendencias y en la actualidad, muchas personas aprovechan diciembre e incluso enero para acudir a sus oficinas a desempeñar sus pertenencias y son otros meses en donde la gente busca préstamos prendarios.
“La estacionalidad nos ha cambiado mucho. Hace décadas, enero era la cuesta de enero y los clientes venían con mucha carga emotiva a tener que pedir prestado. Ahora nuestros meses más relevantes son marzo, en buena medida por el pago de tarjetas de crédito, pero también porque normalmente es cuando el año ya arrancó y muchos comerciantes necesitan dinero para ir previendo las ventas de temporada”, explicó.
Marcela Cabrera, clienta de Nacional Monte de Piedad dijo durante un sondeo que dado que enero es un mes “difícil para sacar sus gastos”, se organizó financieramente gracias a la mayor liquidez que tuvo durante diciembre.
“Organizo mis gastos y hago un colchón para pagar mis refrendos, hacer separaciones de gastos en enero porque es difícil sacar el mes”, detalló.
Roberto Alor, director general de la casa de empeño Prendamex, Mi Solución comentó que la complejidad en materia económica esperada para este año generará un crecimiento de hasta 10% en los préstamos prendarios.
“Se estima en 41 mil millones de pesos el mercado del empeño, es la cartera que se mueve. Comparado con otros segmentos como las tarjetas de crédito es bajo, en las tarjetas es como de 300,000 millones de pesos. Se ha tenido una colocación de 5 o 10% anual, es lo que varía en el año. Es un mercado muy maduro y bastante competido”.
Para los directivos de las casas de empeño, esta opción sigue siendo una alternativa para los momentos complejos en sus finanzas familiares, como es el caso de Claudia, quien se vio en la necesidad de acudir a solicitar un préstamo prendario.
“Uno empeña teniendo en mente que no lo va a poder sacar porque los intereses que cobran no los va a poder cubrir”, dijo Claudia, tras haber dejado en empeño unas alhajas familiares, por las que dijo, le dieron muy poco pero le alcanzará para cubrir gastos de la escuela de sus hijos.
Sin embargo, Javier de la Calle, director general del Nacional Monte de Piedad precisó que varias personas también están viendo al empeño como una opción para hacer crecer su patrimonio, con préstamos a los que aún les es difícil acceder en la banca dejando como garantía pertenencias como alhajas, electrodomésticos, gadgets e incluso su propio automóvil.
Se estima que en México existen más de 10 mil casas de empeño a lo largo de la República Mexicana, que manejan tasas de interés de hasta 300% anualizadas, según datos de otra de las Casas de empeño del país, Fundación Dondé.
El mercado potencial es de 40 millones de mexicanos, en donde se tienen identificados 25 millones de pignorantes.
De acuerdo con la empresa, el préstamo promedio por persona es de mil 700 pesos y 90% de las prendas son desempeñadas en Fundación Dondé.
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