Periodista: Maquiavelo
Medio: Portal Milenio
Que los que traen un broncón encima son los alcaldes de San Nicolás de los Garza, Víctor Fuentes; y de Apodaca, Óscar Cantú. Y es que, legalmente, están obligados a dejar sus puestos, pero no tienen a quién poner en su lugar.
El punto es que cuando se trata de una renuncia definitiva, el sustituto debe surgir de entre los integrantes del Cabildo, y no puede ser un secretario u otro funcionario de la administración.
Óscar quiere que el puesto lo tenga Alberto Gómez, su secretario del Ayuntamiento; y Víctor quiere que lo sustituya su contralor, Alejandro Reynoso.
El problema para ambos alcaldes es que sus cabildos son un hervidero de distintas corrientes; en San Nicolás hay gente afín a Zeferino Salgado y Fernando Larrazábal, por ejemplo, mientras que en Apodaca, son puros ahijados de Raymundo Flores y César Garza.
Ambos presidentes municipales van contrarreloj, porque se les acaba el tiempo. Según el Artículo 55 de Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, para ser diputado federal y senador, necesitan separarse de su cargo 90 días antes del día de la elección, el tiempo se les acaba este 24 de marzo.
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