Periodista: Redacción
Medio: Metro
Tras los gastos de los festejos decembrinos, la temida cuesta de enero llega para poner en aprietos los bolsillos de la gente.
Puede ser que, al cierre del año anterior, no se previera un manejo responsable del presupuesto familiar y, por ello, el arranque de este 2018 se torne bastante difícil, pero aún hay formas de sobrellevar el escollo.
Gabriela Aguado, directora del Instituto de Finanzas Personales, explicó que un tipo de víctima de esta cuesta se caracteriza por no poder solventar de forma puntual todos los pagos comprometidos, como renta, tarjeta de crédito, colegiaturas o deudas, y suele necesitar préstamos.
Pero antes de llegar a ese punto, indicó, pueden realizarse algunos ajustes de emergencia.
“Lo importante es priorizar nuestros consumos, nuestros compromisos y nuestros gastos”, señaló Aguado.
“Para elaborar nuestro presupuesto existen tres rubros: gastos fijos inamovibles, como ahorro, renta, hipoteca, alimentos o transporte; gastos fijos movibles, como gimnasio o clases extra, y gastos magia, como cine, conciertos, viajes, obsequios”.
Los gastos negociables, dijo la especialista, serán únicamente aquellos que no comprometan los gastos fijos inamovibles.
Alejandro Saracho, autor del libro Reconfiguración Financiera, agregó que la elaboración del presupuesto debe ser mensual y que debe simplificarse al máximo, evitando hacer gastos innecesarios.
“Muchas personas gastaron de más porque no tenían un presupuesto mensual y eso los llevó a la cuesta de enero. Se tienen que apretar el cinturón y blindar todas las salidas de dinero innecesarias”, dijo Saracho.
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