Periodista: Redacción
Medio: Portal Hoy Estado
Las finanzas de las familias mexicanas son una montaña rusa, a veces están arriba y en ocasiones abajo, y cuando se encuentra en este último estado, los encargados del hogar se ven obligados a recurrir a opciones que antes consideraron inviables. Algunas de ellas son empeñar algunos de los bienes que poseen o simplemente ponerlos a la venta.
Las personas que recurren a casas de empeño lo hacen con la esperanza de obtener un préstamo de la mayor cantidad de dinero posible a cambio de sus prendas: coches, aparatos electrónicos, línea blanca, videojuegos, telefonía, joyería y cómputo son algunos de los bienes a los que más recurren los interesados.
“Las cosas son para salir de apuros”, dicho popular
Oscar Guzmán, padre de familia y vecino de la sexta sección de Tecámac, atravesó el pasado mes de mayo una situación económica que lo orilló a vender algunos bienes que tenía, sin embargo, no quiso deshacerse de una videocámara que utiliza para trabajar y decidió empeñarla en un establecimiento del giro ubicado en el interior de un centro comercial.
En el lugar le ofrecieron un préstamo por menos de una tercera parte del valor real del aparato y debido a la necesidad que tenía, aceptó. El plazo para liquidar la deuda y no perder su videocámara concluía en tres meses, sin embargo, al paso del tiempo terminó cubriendo varias extensiones de pago hasta sumar dos veces el monto que le prestaron para poder recuperar su aparato.
La Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) establece que una Casa de Empeño es el proveedor, persona física o sociedad mercantil no regulada por leyes y autoridades financieras que de forma habitual o profesional realiza u oferta al público contrataciones u operaciones de mutuo con interés y garantía prendaria, con fines de lucro.
Por su parte las Instituciones de Asistencia Privada IAP no tienen fines de lucro. Entre estas se encuentran el Nacional Monte de Piedad, Montepío Luz Saviñón y la Fundación Rafael Dondé.
No todas las instituciones de empeño actúan de manera clara y legal. Algunas prestan una muy baja cantidad de dinero, con intereses muy elevados, con la intención de apoderarse de los bienes de sus clientes. Elevan rápidamente el valor de la deuda para que los dueños no las puedan pagar.
En entrevista para Hoy Estado de México el delegado de la Profeco en Tlalnepantla, Orlando Moreno, señaló que las casas de empeño han sido mayormente vigiladas debido al incremento en la demanda de estos servicios, en especial en el mes de enero y febrero, que son las fechas de mayor afluencia.
En 2017 la Profeco delegación valle de Toluca sancionó a cuatro establecimientos de este tipo ubicados en Toluca, Metepec y Santiago Tianguistenco, por tener basculas mal calibradas y por la no exhibición de precios, con lo que incurren en abusos y mala comercialización.
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