Periodista: Héctor Llorame
Medio: Portal Angulo 7
Productos robados a transeúntes y usuarios del transporte público, como son teléfonos celulares, laptops y tabletas, llegan a venderse en casas de empeño, donde empleados de algunas admitieron que no piden facturas u otro requisito para recibirlos.
Y es que en un sondeo que hizo Ángulo 7, admitieron que “eso es muy normal” y reconocen que sin el crimen seguramente habría menos casas de empeño si fueran muy exigentes a la hora de recibir los artículos que llevan los pignorantes.
En el padrón de la Tesorería municipal hay registro de 300 casas de empeño, la mayoría de ellas pertenecientes a cadenas de presencia nacional, como el Nacional Monte de Piedad, Fundación Dondé, Montepío Luz Saviñón y Firstcash, donde todas las personas pueden empeñar o vender cualquier objeto de valor sin poseer la factura.
Lo anterior, ha abonado a que los dispositivos electrónicos que son robados –normalmente en asaltos al transporte público o a transeúntes- sean ofertados otra vez, sin la posibilidad de que los propietarios o las autoridades puedan recuperarlos.
Contrario a lo que ocurre en los mercados, las casas de empeño realizan constantemente rotación de su “mercancía”, pues de acuerdo con declaraciones del personal, al menos dos veces al mes a cada establecimiento llegan “nuevos” productos y se llevan a otro sitio los que no se han vendido en más de tres meses.
En el recorrido realizado por este medio a distintas casas de empeño, se constató que únicamente en tres negocios pequeños, que no son parte de una cadena, piden comprobar la pertenencia de los productos que se van a empeñar o a vender.
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