Medio: Sitio Milenio
Periodista: Luis Walter Juárez
Ya pasó el momento de felicidad, muchos recibieron sus regalos la noche del 24 de diciembre, los pequeños recibieron la visita de Santa Clós y los Reyes Magos, mientras que algunos jóvenes y adultos le dieron rienda suelta a la diversión, la cual como era de esperarse, estuvo acompañada de música y alcohol.
Las familias disfrutaron de las cenas navideñas, en las que hubo desde pavos, bacalao, piernas, pozole, sin faltar los tradicionales tamales. Pasó la Navidad, el Año Nuevo, el día de los Santos Reyes y empezó la cruda…realidad, la de las deudas, los pagos de predial, cambio de placas, regreso a clases y los bolsillos vacíos.
Ahora, muchos saben que para salir de sus compromisos, tienen la opción de acudir al Nacional Monte de Piedad, para empeñar desde joyas hasta aparatos de aire, refrigeradores, cámaras fotográficas, estufas y lo que se pueda, prendas que difícilmente se podrán recuperar y que otros más listillos, habrán de aprovechar.
Está pegando fuerte la cuesta de enero, ya que muchas personas están esperando que llegue la primera quincena de enero, buscando así empezar a recuperarse de tantos gastos, para buscar salir de los pagos que están en puerta.
Muchos de los que gastaron en El Buen Fin, ahora están pasando las de Caín, están sufriendo, ya que además de endeudarse con sus tarjetas de crédito a largos meses, tuvieron que desembolsar dinero para los gastos de Navidad y Año Nuevo, por lo que en estos momentos están sufriendo para pagar los mínimos.
No cabe duda que fue un buen cierre de año, pero también no cabe duda que el 2019 será difícil, complicado, con deudas que ahogan, con muchos pagos y con tiempos difíciles.
Las casas de empeño, muchas de las cuales se encuentran distribuidas en sectores habitacionales, están haciendo su agosto en pleno mes de enero, ya que son muy visitadas por aquellos que necesitan dinero en forma urgente y que con tal de conseguirlo, empeñan hasta la camisa.
En fin, así es la cuesta de enero cada año y ahora, hay que buscar brincarla.
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