LA GENTE YA NO TIENE MUCHO QUE EMPEÑAR.

Periodista: Itzel Grajales

Medio: Portal  Vía Libre.

Las casas de empeño en Chiapas “tambalean”: en los últimos tres años, 64 empresas migraron a otras entidades porque, al tiempo que la economía local decrece, “la gente ya no tiene mucho qué empeñar”, lamentó Javier Ruiz Morales, presidente de la Asociación Chiapaneca de Casas de Empeño.

Morales detalló que, en promedio, cada negocio recibe de 12 a 15 prendas: la mayoría, aparatos electrodomésticos; y cada contrato oscila entre mil 500 y dos mil pesos; sin embargo, resulta insuficiente para los empresarios.

“Al no haber dinero en el estado, podría pensarse que nos va muy bien, lo cual no es así, porque la gente tampoco tiene ya mucho que empeñar, pues raramente adquieren nuevos productos”.

En los últimos dos sexenios, en la entidad abrieron 167 establecimientos, de los cuales permanecen 103; y de las 64 que cerraron, 70 por ciento se fueron a otra ciudad en 2013, y el resto lo hizo en 2016.

Ruiz Morales apuntó que, aunque en los próximos días se espera una mayor concurrencia por parte de la ciudadanía en estos negocios, por el reciente inicio escolar, la afluencia no será mayor a la de hasta hace cinco años, cuando la población tenía piezas de oro para empeñar.

“Antes en nuestros inventarios, un 80 por ciento era metal y un 20 por ciento otros; hoy es al contrario, por lo que nos hemos visto en la necesidad de aceptar casi todo tipo de productos, desde aparatos electrónicos hasta lociones y cosméticos”, concluyó Ruíz Morales.

Por otro lado, comentó que para abrir una casa de empeño se requieren alrededor de 70 mil pesos, para cubrir los diversos impuestos que exigen a este tipo de negocios

“Son varios los impuestos, el más fuerte es el impuesto especial, de 43 mil pesos, y luego se paga el contrato de adhesión que cuesta seis mil pesos en la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco); y otro más de cuatro mil 500 que se llama Registro Nacional de Casas de Empeño”.

 

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