EN LA OPINIÓN DE: Óscar Pedro Reyes Castelar
Medio: Portal Diario de Xalapa
Nota Informativa
La descomposición política y social en Veracruz es de tal proporción que ahora hasta las tragedias son utilizadas para lucrar con la desesperación de quienes necesitan de ayuda solidaria y descubre las peores actitudes en algunas personas, no todas afortunadamente. Véase, por ejemplo, lo sucedido en Coatzacoalcos donde un funcionario público, Rafael Jesús Abreu Ponce, director de la CAEV en ese municipio, debió ofrecer disculpas por la entrega de despensas en dos colonias como apoyo a la población afectada por el sismo y las intensas lluvias que trajo el huracán Katia, que en sí no tendría nada de malo, si no fuera porque se actuó con oportunismo para sacar raja política de la ocasión al colocar lonas azules parecidas a las que ocupó el PAN en campañas electorales en los camiones de volteo y camionetas donde llevaron los paquetes con la leyenda “Yúnete A.C.” y el slogan “En apoyo a la población civil afectada”, mismo logotipo que fue colocado en las bolsas transparentes donde iban algunos comestibles. Ni el más ingenuo creería eso de que no tuvo como fin un acto de proselitismo, pues además es una Asociación Civil que aparentemente no tiene registro, es decir, es una AC fantasma. Del hecho, inmediatamente se deslindó el gobernador Miguel Ángel Yunes, y el PAN en Coatzacoalcos, ante las críticas que generó la imprudente decisión del funcionario público, quien debería ser cesado al igual que otros servidores públicos que participaron en esta mala acción, por más que los involucrados expliquen y justifiquen que lo hicieron sin ninguna otra intención (ajá), sólo la de favorecer a la gente damnificada. Y en otro hecho que hizo recordar los actos vandálicos que se cometieron en varios municipios de Veracruz en enero pasado cuando los ciudadanos se inconformaron por el alza en los precios de las gasolinas y convertidos en delincuentes saquearon centros comerciales y tiendas de autoservicios, pero también casas de empeño y hasta domicilios particulares; es ese acto de rapiña que sucedió en Maltrata luego de que volcara en la autopista Puebla-Orizaba un camión que transportaba ayuda humanitaria para la población de Juchitán que resultó afectada por derrumbes de sus casas y muertes causadas por el mayor sismo que ha enfrentado el país en un siglo. Robar esa mercancía, a sabiendas de que iba dirigida a personas con mucha necesidad, es criminal, detestable, que avergüenza a los veracruzanos. En ambos casos, es necesario la aplicación de una medida ejemplar para que no vuelva a repetirse. Afortunadamente, la mayoría de los ciudadanos del estado de Veracruz es gente solidaria, generosa, sin mala entraña.
https://www.diariodexalapa.com.mx/columna/lucro-y-rapina-en-nombre-de-la-tragedia
