Periodista: Elsa María Arenas
Medio: Portal El Occidental
En momentos de crisis económica, para salir el día, no siempre son confiables las casas de empeño. Aunque accesibles algunas se aprovechan de la necesidad de flujo en efectivo de las personas a cambio de empeñar sus artículos de valor.
Tan sólo durante 2017 se presentaron ante la Profeco Jalisco 249 quejas contra estos giros por carecer de registro de adhesión a la Profeco, cláusulas leoninas, cambiar contratos al pignorante sin su consentimiento, no contar con certificado de calibración y estar fuera de tolerancia sus básculas para pesar oro y plata.
De estas 249 quejas, 38 merecieron suspensión y sanciones como establece la Ley, desde los 550 hasta los 4.3 millones de pesos, informó la delegada de Profeco, Gabriela Vázquez Flores.
En 2016 se realizaron 244 verificaciones a estos giros y 49 merecieron suspensión.
Y es que también las casas de empeño comercializan productos de segunda mano, muchos de ellos de los pignorantes, y es por eso que entre las quejas frecuentes ante la Profeco, es que cuando van a liberar su mercancía, resulta que ya la vendieron, se niegan o condicionan la entrega del mismo.
De las 31 quejas del año pasado 15 continúan en trámite, nueve resultaron a favor del consumidor y tres ya no tuvieron seguimiento, pues el quejoso tiene 10 días para justificar.
Es por eso que Gabriela Vázquez recomendó a los pignorantes “exigir contrato de adición a la Profeco como casa de empeño, que el contrato sea visible, mostrar siempre por escrito porcentajes a pagar por el empeño, horarios de pago y calendario para recuperar la prenda empeñada, que las básculas cuenten con hologramas actualizados (de los primeros tres meses del año), contratos claros sobre los intereses a pagar, que entreguen factura o ticket, pero nunca aceptarlo en blanco”.
Por otra parte, dijo, las casas de empeño están obligadas a informar ante la Fiscalía por conductas atípicas de los pignorantes, como vender o empeñar lotes de pantallas, joyas sin justificación de procedencia, etcétera.
Aunque a finales y principios de año es cuando más socorridos son estos giros, el consumidor tiene todo el año para presentar la queja ante la Profeco; de igual manera las quejas por las compras navideñas, donde no se cumplió la garantía, devolución de productos y servicios por parte del proveedor, no llegan en desbandada los primeros meses del año, pues dijo la delegada que van llegando de manera aleatoria, sobre todo por reservaciones de la temporada vacacional no cumplidas:
“En temporada alta cuando no se cumplen las reservaciones los hoteles están obligados a darle una habitación igual o de mejor categoría, pero tienen que hacer valer su derecho los consumidores. Tienen un año para resolver su queja, en caso de que no cumpla el hotel” reiteró la delegada.
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