Periodista: Redacción
Medio: Portal Excélsior
El mes de enero es conocido como «la cuesta de enero», por ser uno de los más difíciles para la economía familiar y personal pues comienzan a llegar los estados de cuenta con los gastos que realizamos en diciembre, cuando muchos de nosotros gastamos un poco más de lo acostumbrado y, a veces, más de lo que tenemos.
Para salir de esta, cuando comienzan a llegar las fechas límite y el dinero que tenemos no alcanza, buscamos una salida que nos ayude a salir a flote, como solicitar una línea de crédito o un préstamo en una casa de empeño.
Las casas de empeño son instituciones que prestan dinero de manera inmediata a cambio de dejar en garantía un bien mueble como lo son: relojes, alhajas, electrónicos, electrodomésticos y hasta vehículos. Para ello, celebras un contrato con la institución en donde se establece la cantidad que te prestaran, el tiempo en que deberás pagarlo y los intereses que se te cobrarán.
Si al llegar la fecha de recuperar tu bien empeñado, no pagas la cifra establecida, la propiedad de lo que hayas empeñado se transferirá a la casa de empeño y se pondrá a la venta.
¿Qué tanto te conviene empeñar mis bienes para tener un dinero extra? Las casas de empeño pueden tener como ventaja que, en dado caso de que no puedas cumplir con tu compromiso financiero adquirido, no te dejan ninguna deuda, por lo que garantiza tu tranquilidad. Sin embargo, esto implica que pierdes tus propiedades que te han costado esfuerzo, tiempo y trabajo. Además, el precio por el que se pondrán a la venta será menor al que tú pagaste por ellos, y así también lo será la cantidad por la que los perderás, pues lo que las casas de empeño suelen tan sólo un porcentaje del valor de lo que empeñas.
Una opción que no implica el riesgo de perder tus bienes es usar tu tarjeta de crédito, de manera que pagues intereses más bajos y tengas la posibilidad de dar un pago mínimo, la totalidad de tu deuda, o una cantidad por encima del mínimo. El uso de tarjeta de crédito te da la oportunidad, además, de comprar bienes y servicios necesarias gracias a la línea de crédito que te otorga el banco, que es mucho menos limitada que lo que pueda prestarte una casa de empeño. Además, no hay una fecha límite para liquidar el costo de tus consumos.
IMPORTANTE, si decides empeñar alguno de tus bienes: Desde hace tiempo, las casa de empeño se han multiplicado y, en ocasiones, no cuentan con los permisos necesarios, por este motivo la Profeco recomienda cerciorarse de que la casa de empeño a la que acudirás esté autorizada. Puedes cerciorarte de que el contrato de adhesión contenga el número de registro otorgado por la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) y la fecha en que se autorizó. Para comprobar su validez ingresa en la página del Buró Comercial: http://bit.ly/contratoadhesion el número de registro señalado.
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